Taller de redacción 2006

Herramienta interactiva del Taller de redacción del Instituto ICREA coordinado por el escritor venezolano Jesús Nieves Montero

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Nombre: Jesús Nieves Montero
Ubicación: Caracas, Distrito Capital, Venezuela

Escritor, docente de escritura creativa con 10 años de experiencia y entusiasta del vino. Ha publicado los libros de relatos Juegos de amor/Juegos de memoria, Juegos de perdón y las novelas cortas Últimos Juegos y Pies de Barro. Ensayista, asesor de contenido y colaborador en diversas publicaciones,comunicador 2.0 y wine videoblogger. Creador de los programas La videoguía del vino en Venezuela, El vino de la semana y De vinos en Panamá. Autor de la columna Crónicas de la copa.

sábado, marzo 24, 2007

Cuarta sesión: El tema y la premisa

El tema

Aunque es evidente que o bien aparecen juntos el germen de la historia y el tema, o una vez con el germen uno se pregunta acerca del tema, hay que tomar el consejo de Stephen King: empezar por las cuestiones e inquietudes temáticas es una de las recetas de la mala narrativa.

Quiero comenzar con una cita que, en su momento, organizó algunas de las ideas que yo tenía con respecto a los temas, es del cuentista norteamericano Raymond Carver, de su ensayo "La vida de mi padre":

During those years I was trying to raise my own family and earn a living. But, one thing and another, we found ourselves having to move a lot. I couldn't keep track of what was going down in my dad's life. But I did have a chance one Christmas to tell him I wanted to be a writer. I might as well have told him I wanted to become a plastic surgeon. "What are you going to write about?" he wanted to know. Then, as if to help me out, he said, "Write about stuff you know about. Write about some of those fishing trips we took."

La importancia para mí de ese pasaje tiene que ver con que la respuesta del padre de Carver, aunque simple en apariencia, me parece que tiene un significado más sutil. Le dice al hijo escribe sobre quién eres, sobre quién fuiste y quería retomar el aspecto íntimo, personal de la escritura. Como dijimos no hay nada "malo" antes de escribirlo, pero es triste tomar siempre una pose de lo que sea: moralista, ambientalista, buen esposo, padre, degenerado, libertino sexual, guía espiritual.

Hay escritores que recomiendan escribir sobre lo que se conoce. Hay que escribir sobre lo que a uno le importa, sobre eso se escribe mejor. Hay que escribir sobre aquello que nos obsesiona y excita y está visceralmente integrado a nuestra vida.

Lo cual no es limitativo porque conocer tiene que ver directamente con cada uno de nosotros, aquí el dicho de que "depende del cristal con que se le mire" es cierto y cada uno tiene su propio cristal. Siguiendo con esta imagen, lo que hay que hacer con el cristal es conocerlo, encontrarle un mango para manejarlo y, sobre todo, pulirlo. El mango se le consigue cuando se escribe continuamente o se analizan diferentes situaciones como posibles historias: es el proceso de reflexión que lleva al descubrimiento del cual hablábamos anteriormente. El cristal se pule leyendo, exponiéndose a la mayor cantidad de modelos posibles de ficción. No se puede ser mejor escritor que los libros que uno ha leído.

Hay que pensar y repensar el texto porque seguramente en ese proceso se topará uno con la vuelta particular, propia. La escritura no sólo le descubre al escritor los elementos de un relato determinado sino aspectos de sí mismos que no conocía o comprendía poco.

El tema no es bueno ni malo depende desde el punto de vista desde el cual se trata. Tenemos que conceder al artista su tema, su idea, su donnée: nuestra crítica se aplica solamente a lo que hace con ellos.

El principal tema de la mejor escritura abarca las emociones, los valores y las creencias.

La premisa
El tema es lo general, el macroobjetivo al cual apuntamos. La premisa es la vuelta particular, la forma como nos apropiamos de ese objetivo.

En definitiva, se trata de una frase que expone de la manera más clara posible aquello que deseamos decir sobre el tema.

Si mi tema es la justicia, mi premisa bien podría ser: los hombres que son honestos siempre logran tener las instituciones jurídicas de su lado; o bien: la justicia es un invento de los hombres para restringir su libertad.
Entonces tenemos que un mismo temas puede tener tantas premisas como escritores ingeniosos existan. La idea es que sea aquel aspecto del tema que es más relevante para nosotros.

En torno a la premisa hacemos girar las ideas, referencias, tesis, antítesis y todo el material que queremos exponer en nuestro texto.

La premisa debe ser una herramienta que nos permita mantener un rumbo coherente de nuestro texto y debe ser referencia obligada en el momento en cual debemos decidir descartar algunas ideas o informaciones.

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